Para la primera película de Superman de Richard Donner en 1978 se seleccionó al mismísimo John Williams para componer la partitura, músico de ya bien sentada trayectoria que para ese año había adquirido renovada fama por su relación con el director Steven Spielberg, y sobre todo gracias a su colaboración con George Lucas para su primera entrega de la saga Star Wars.
El tema principal de Williams para Superman fue, tal como se esperaba de él, grandilocuente y encomiástico para el personaje, mientras el resto de la orquestación resultó ser también de mucha calidad, aunque el tema sería lo más perdurable convirtiéndose en casi permanente del Hombre de Acero; su leitmotiv. El tema principal de Williams para Superman se volvería emblemático de la serie y prácticamente reconocible hasta la fecha.